Un auspicioso advenimiento austiniano

2/17

Esta tarde mis padres me llevaron el aeropuerto de Filadelfia y a las 11 de la noche ya estaba aterrizando en Texas. Mi jefa Terri y su esposo Miguel me recogieron en el aeropuerto de Austin y me llevaron a la casa donde vivo a solo 15 minutos de distancia. Alice, la dueña, nos saludó y me dio una breve orientación sobre la casa. Tengo mi propia habitación, comparto un baño con Alice y comparto las áreas comunes con ella, su gata preñada Missy y Leo, el otro inquilino. Tanto Terri como Alice tuvieron la amabilidad de tener comida para mí y ya me sentí cálidamente bienvenida.

2/18

Esta mañana Alice preparó café y lo compartió conmigo; Lo tomé de una taza con un dibujo de un colibrí que me recuerda a Ecuador. Pude ver por primera vez el patio trasero, que alberga muchas plantas nativas de Texas y varias camas elevadas (Alice, a quien le encanta la jardinería, dijo que podría usar una para sembrar unas plantas si quisiera, lo cual será una pequeña forma de llevar un pedazo de mi experiencia en Ecuador conmigo en este nuevo lugar!). No soy propensa a creer que hay un camino establecido para cada uno de nosotros en la vida, pero desde que comencé a explorar la opción de este proyecto mientras aún estaba en el extranjero, ha habido pequeñas señales que me hacen sentir que Austin es donde tengo que estar por el momento. Me tomé la mañana para organizar mi habitación y por la tarde fui al gran recorrido de Alice por Austin. Ella me señaló puntos de referencia locales y me mostró el centro de la ciudad, que tiene vista al río Colorado, y luego me llevó a un supermercado para que pudiera comprar algo de comida. Su casa está en el sur de Austin, conocida por sus vibes únicos y relajados. ¡Me emocionó especialmente ver tantos camiones de tacos en la gira!

2/19

En mi primer día de trabajo, Terri me recogió y me llevó la milla hasta la Iglesia Luterana donde se encuentra la oficina del Centro Bernardo Kohler. Conocí a Eva, quien supervisó mi entrenamiento durante la primera semana. La próxima semana empezará a trabajar desde casa. Tengo un escritorio en el vestíbulo de la iglesia y mi rol consiste en programar consultas legales para clientes con Terri, completar formularios de entrada y completar otras tareas administrativas como escanear y archivar documentos. Usaré español con frecuencia (¡lo cual puede ser complicado por teléfono!) y aprenderé mucho más de lo que sabía antes sobre cómo funciona el sistema de inmigración. Ha sido abrumador pero también gratificante comenzar a clasificar los diferentes caminos que las personas pueden tomar hacia la residencia permanente y la ciudadanía. De vuelta a casa desde el trabajo, me detuve en una de los muchos mercados mexicanos cercanos.

2/20

Esta mañana tomé un autobús hasta el banco para abrir una cuenta. Todavía no entiendo cómo funciona mi pase de autobús virtual; cada vez que intento escanear el código QR parece que no funciona, pero los conductores siempre me hacen señas para que suba. Los buses no pasan con tanta frecuencia como en Ecuador y están mucho más vacíos. Por ahora, es más sencillo caminar tanto como sea posible, pero cuando el calor empiece a subir (ya suele rondar los 70 y 80 grados Fahrenheit), creo que apreciaré el aire acondicionado del autobús. En el trabajo conocí al personal de la otra organización sin fines de lucro, Todos Juntos, que usa el edificio de la iglesia; Ofrecen clases de inglés y cuidado de niños, por lo que siempre entran y salen muchas madres jóvenes y sus adorables hijos. Después del trabajo, fui en autobús a la biblioteca y obtuve una tarjeta de la biblioteca.

2/21

Después del trabajo me aventuré al centro de la ciudad para visitar el YMCA porque estoy decidida a tomar algunas clases de Zumba. Ofrecen un descuento fantástico para personas de bajos ingresos como yo, pero hay una caminata bastante larga desde la parada de autobús hasta llegar allí, así que todavía estoy decidiendo si quiero comprometerme. Tal vez cuando avancemos el horario en marzo y tenemos más horas de luz me sentiré más cómoda esperando el autobús por la noche.

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¡Encontré una tienda de comestibles que vende algunos productos andinos que tenía en Ecuador! Me ha impresionado la gran variedad de quesos centroamericanos disponibles también.

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Mi último día de entrenamiento... ¡glup! Visité una increíble tienda de segunda mano que está a solo dos minutos a pie del trabajo y me sentí libre y tranquila de camino a casa. ¡Hoy recibí mi primer correo! ¡Se siente tan bien saber que pueden contactarme de esta manera!

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¡Hoy almorcé en un camión de tacos que está peligrosamente cerca de la casa! Después, visité la Catedral de la Basura, una estructura extravagante que un hombre construyó a lo largo de 30 años en su patio trasero con basura y chatarra.

Estoy ansiosa por seguir ganando confianza en el trabajo, explorar el área y comenzar a conocer más gente. ¡Me siento agradecida de tener esta oportunidad y llena de esperanza y entusiasmo por lo que me espera en las próximas semanas y meses!